Los seres humanos, por una parte,  somos nuestro cuerpo, nuestros órganos, nuestras células, nuestros átomos. Cada una de estas dimensiones de nuestro ser, tiene sus propias reglas de funcionamiento. El mundo atómico es un mundo muy distinto al mundo celular; pero coexisten y forman parte de lo que somos. De la misma manera existe el mundo energético, que también somos nosotros, pero cuyas reglas son muy distintas a las reglas que rigen la materia. Este mundo o dimensión energética de nuestro ser, ha sido denominado a través del tiempo y por distintas personas, como Aura, Campo Energético Humano, Campo Electromagnético o Biocampo, entre otros.

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Conocer la anatomofisiología de este Campo Electromagnético, nos permite comprender de manera muy eficiente, la relación que existe entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Ya que la mente subyace a este Campo Electromagnético. La mente está creando segundo a segundo nuestra Aura, la está modelando, obstruyendo o alineando. Y esta Aura o Campo Electromagnético, está creando, modulando y sosteniendo, segundo a segundo nuestro cuerpo físico.

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Un pensamiento afecta la frecuencia vibratoria de cada uno de nuestros átomos, afecta la estructura molecular de nuestro cuerpo, y es este Campo Electromagnético el intermediario en este proceso.

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Toda persona es capaz de percibir este campo de energía; lo estamos percibiendo constantemente; el propio y el de quienes nos rodean, el de las plantas y el de los objetos; sin embargo no hemos desarrollado esta capacidad, porque no sabemos que podemos y no hemos puesto ni atención ni esfuerzo bien dirigido en hacerlo.

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Este curso tiene como objetivo entrenar a los participantes tanto en el conocimiento como en la percepción del Campo Energético Humano, Aura o Biocampo, a través de las manos. Esto es; a través del sentido kinestésico, que permite la visualización interna de esta dimensión energética de nuestro ser, así como la decodificación de las frecuencias percibidas; es decir, el significado de lo que estamos percibiendo y además la modificación de este, su “sanación”.

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Todo esto con el objetivo último de poder ser canales, a través de nuestra intención y nuestras manos, de la sanación de este Campo Electromagnético.

Si mejoramos el funcionamiento del Campo Electromagnético, mejoramos el funcionamiento del cuerpo y de la mente.

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La magnetoterapia, a través de ciertos  imanes, logra movilizar esta energía sutil, siendo un complemento para el trabajo que aprenderemos a realizar con las propias manos.

Los imanes utilizados, corresponden a la técnica de magnetoterapia de la Sintergética [1] cuya unidad de medida fluctúa entre los 460 y 500 gauss; a diferencia de los imanes utilizados en el biomagnetismo, cuyo gauss es mucho mayor (entre 1.000 y 10.000 gauss), ya que estos últimos están hechos para afectar directamente la materia. En cambio los imanes de la Sintergética, que aprenderemos a utilizar en este Entrenamiento, están hechos para mover las energías sutiles del Campo Energético. Hecho que trasciende al efecto que puede obtenerse al influir solo en la materia. Ya que este Campo Energético, como hemos explicado, crea y modula la materia.